Señor Jesucristo en la crisis del vih y del sida,
sé para nosotros y nosotras Camino, Verdad y Vida.
Revélanos el rostro humano de Dios
y moldea el rostro divino de Dios en todo ser humano.
Que tu Espíritu de fuego encienda en nuestros corazones
el valor de defender la dignidad de toda persona.
Y que el amor del Padre que está en el cielo
nos transforme en comunidad de justicia y de inclusividad.
Ven a nuestro encuentro y guía nuestros pasos
en las muchas oscuridades de la epidemia del vih y del sida
para que podamos seguirte y amarte en las vidas
de los hermanos y hermanas que viven con vih y con sida.
Para que en la comunión de tu Iglesia, celebrando y viviendo
el llamado a compartir una sola mesa con excluidos y marginados,
carguemos con tu cruz solidaria con todos aquellos y aquellas
que están oprimidos, explotados y estigmatizados,
y danos la fuerza de caminar juntos
construyendo un mundo y una iglesia diferente.
Danos siempre el fuego de tu Santo Espíritu,
que ilumine nuestras mentes y despierte entre nosotros y nosotras
el deseo de contemplarte en aquellos signos que anuncian tu Reino,
para encontrarte en el amor de los hermanos y hermanas
que viven con vih y con sida,
y concédenos el ardor para anunciarte desde una comunidad
verdaderamente abierta de corazón y de mente. .
Discípulos y discípulas tuyos, queremos remar mar adentro,
para que todas las personas que viven con vih y con sida
tengan en Ti vida abundante,
y con solidaridad construyamos la fraternidad y la paz
que destruye fronteras y construye puentes.
Señor Jesús, ¡Ven pronto y envíanos como signos vivientes de tu comunión!
(Pastor Lisandro Orlov – Pastoral Ecuménica VIH-SIDA.
Buenos Aires. Argentina)
