En 2011, las Siete Semanas para el Agua de la REDA se centrarán en “El agua, los conflictos y la paz justa” y examinarán los vínculos entre el acceso al agua, las luchas por el agua y la construcción de una paz justa:
Desde el principio de la creación, los seres humanos han formado parte de la naturaleza y de la Tierra: “Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7).
Hoy, muchos países desarrollados invierten en tierras extranjeras para mantener a sus poblaciones en crecimiento. Las comunidades locales son expulsadas sin ser consultadas. El control sobre la tierra suele implicar el control de los recursos hídricos.
El acaparamiento de tierras y agua constituye una amenaza a los medios de vida de los pequeños agricultores, los pastores y los pueblos indígenas.
Adama – la tierra de donde venimos
Reflexión bíblica de Ani Ghazaryan
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).
La Biblia empieza con la historia de la creación de Dios, con el Génesis[1] de la Tierra. Antes de crear la humanidad, Dios crea el cielo y la tierra; luego separa las aguas para descubrir lo seco, a lo cual llamó “tierra,” y reúne las aguas en lo que llamó “mares” (Génesis 1:9). Entonces Dios planta un huerto, en el que instala a la humanidad para que viva allí, labre y cultive la tierra y cuide de su creación (Génesis 2:15). La tierra es el lugar al que se invita a la humanidad a vivir y que estamos llamados a custodiar.
La vida de la humanidad depende completamente de la riqueza de la tierra y la fertilidad del suelo; la tierra no es únicamente el entorno de la humanidad (Salmo 115:16), sino mucho más. Existe un profundo vínculo entre ambas. En hebreo adama(אדמה) significa “la tierra” o “el suelo” y adam (אָדָם) significa “humanidad” o “ser humano”. El versículo 2:7 del Génesis parece dar a entender que la palabra “tierra” es la raíz del nombre de Adán: “Entonces el Señor Dios formó al hombre (adam- אָדָם) del polvo de la tierra (adama: אדמה), sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente”.
Que esta sea la verdadera raíz etimológica del nombre de Adán es objeto de controversia entre los eruditos de la Biblia[2]. Pero en todo caso, la historia de la creación describe la humanidad como “nacida de la tierra”, pues el primer ser humano fue creado por Dios a partir del polvo de la tierra, el adama. La humanidad constituye una parte indisociable de la Tierra.
Este vínculo vital entre la humanidad y la “tierra” ha existido desde el principio de la creación. Casi todas las civilizaciones antiguas percibieron este profundo vínculo y lo manifestaron a través de expresiones como la “Madre Tierra”.
A pesar de la estrecha relación de la humanidad con la tierra, hoy los seres humanos sobreexplotan la tierra y el agua en función de sus propios intereses, olvidando que estamos llamados a cuidar de la Tierra, creación de Dios. Nuestra avidez es tal que siempre codiciamos más, sin pensar en la Tierra ni en las necesidades de las personas vulnerables.
El décimo mandamiento de Dios nos manda no codiciar lo que pertenece a nuestro prójimo (Éxodo 20:17). Sin embargo, en la actualidad muchas empresas y gobiernos invierten en tierras para practicar la agricultura industrial a gran escala en países muy pobres, de una forma que a menudo afecta la subsistencia de las comunidades locales, tales como los campesinos, los pastores o los pueblos indígenas. Para ellos, el vínculo con la tierra -incluidos los ríos, los lagos y los manantiales- es fundamental.
¿Cómo podemos ignorar el hecho de que millones de personas estén sufriendo y muriendo a causa de la codicia de otras? ¿Cómo podemos hacer frente a cuestiones, como el “acaparamiento” de tierras y agua, relacionadas con la injusta repartición de estos recursos? ¿Cómo es posible que vengamos de la tierra, que seamos adama, y nos convirtamos en “acaparadores” de tierras, que privemos a la gente de la tierra de la que viene y a la que todos, en última instancia, regresaremos?
La comprensión bíblica de lo que significa ser un ser humano, un adam, está en contradicción con la realidad de que algunos se enriquezcan a costa de los demás. Existe una necesidad acuciante de actuar y luchar por la justicia, la igualdad, la solidaridad, el desarrollo humano y la conservación del medio ambiente. Adán fue creado para cuidar de la Tierra (Génesis 1:28ss.), para custodiarla, no para apropiarse el adama de otros, ni para sobreexplotar la tierra y sus recursos naturales.
En este contexto es importante recordar que en la lucha por la tierra, nadie conseguirá permanecer en ella, sino que todos los seres humanos regresarán a la Tierra de la que vienen: “Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.” (Génesis 3:19). Por lo tanto, como vemos, el vínculo entre la tierra y la humanidad sigue siendo muy fuerte, para bien o para mal. Se deben encontrar soluciones para respetar el medio ambiente, que está siendo afectado negativamente. Nuestra solidaridad con el prójimo debe fortalecerse, nuestras hermanas y nuestros hermanos necesitan nuestra ayuda y nuestro amor. El mensaje de Jesús es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31), y no codiciar sus propiedades, tal como sucede demasiado a menudo en el mundo actual.
[1] En griego “Γένεσις” – “nacimiento”, “origen”.
[2] www.newadvent.org/cathen/01129a.htm
Recursos
Acaparamiento de aguas y tierras
La información básica introductoria de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial y la Red Ecuménica del Agua ofrece un panorama de los efectos del acaparamiento de tierras y aguas en las comunidades.
Acaparamiento de aguas y terras: bajar el pdf:
http://www.oikoumene.org/fileadmin/files/wcc-main/documents/p4/ewn/resource_database/2011_walg_esp_final.pdf
Observatorio del derecho a la alimentación y a la nutrición
El Observatorio del derecho a la alimentación y a la nutrición es el primer y único informe periódico internacional que vigila las acciones de los actores estatales relacionadas con la realización del derecho a la alimentación y a la nutrición. El informe de 2010 se centra en el enorme aumento del acaparamiento de tierras (adquisiciones de tierras en gran escala por inversores internacionales) y demuestra cómo el acaparamiento agrava el hambre en África, Asia y América Latina, dando lugar al desalojo de comunidades campesinas de sus principales medios de subsistencia.
Más información:
“Las adquisiciones o arrendamientos de tierras en gran escala: conjunto de principios mínimos y medidas para tener en cuenta los derechos humanos”
Olivier De Schutter, relator especial sobre los derechos humanos, propone un conjunto de principios mínimos y medidas para afrontar el reto de los derechos humanos.
Bajar el pdf de la página web del relator especial (en inglés)
Campaña de Alimentos por la Vida de la AEAM
De 2009 a 2012, la Alianza Ecuménica de Acción Mundial (AEAM) centra su atención en los alimentos con el fin de superar el hambre y mejorar los medios de vida en armonía con la creación y la justicia social.
Lo que usted puede hacer:
Firmar una carta dirigida a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en apoyo de los derechos a la alimentación y el agua de las comunidades vulnerables.
La FAO está elaborando actualmente “directrices voluntarias sobre una gobernanza responsable de la tenencia de la tierra y otros recursos naturales”.
Aunque no son vinculantes, se reconoce que estas directrices son normas aceptadas internacionalmente. Proporcionan un marco que los gobiernos pueden utilizar al preparar sus propias estrategias, políticas, legislación y actividades en el sector del uso de la tierra. Pueden ayudar también a las comunidades y a la sociedad civil a exigir responsabilidades a sus gobiernos.
Se está preparando un primer proyecto de tales directrices voluntarias, que se pondrá a disposición del público a comienzos de junio de 2011.
Únase al ayuno por la vida
Únase al ayuno por la vida: Miércoles de ceniza, 9 de marzo de 2011.
Utilice, adapte y comparta los recursos de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial para el Miércoles de Ceniza, a fin de reflexionar sobre el hambre en un mundo de abundancia, en solidaridad con las personas que padecen hambre.
Recurso: http://www.oikoumene.org/es/activities/la-reda/recursos-y-enlaces/siete-semanas-para-el-agua/semana-1-tierra-y-agua/lo-que-usted-puede-hacer/letter-to-the-fao.html