
SALMO AL DIOS ENTERAMENTE BUENO
Señor, Dios nuestro, te queremos dar gracias
porque en Jesús te has revelado
como un Dios Enteramente Bueno.
En esto no te pareces a nosotros;
en esto te diferencias de todas las imágenes
que, sublimándonos, nos hacemos los hombres de ti.
Tú amas todo lo que has creado;
tú has establecido con nosotros una alianza eterna
y nada podrá quebrantarla.
Por eso no te enfureces con nuestros pecados
ni tomas venganza de los que obran el mal;
no matas a los que matan
sino que los proteges, como a Caín, de sus vengadores.
Porque eres enteramente bueno
haces salir el sol sobre justos y pecadores.
Es que amas a cada uno
y no quieres la muerte del pecador
sino que se convierta y viva.
A todos nos perdonas los pecados
y haces sentar a la misma mesa,
al que llegó a última hora
y al que trabajó desde el amanecer.
Te damos gracias porque en todo esto te revelas
como Enteramente Bueno.
Estás tan apartado del mal
estás tan ajeno a todos los mecanismos del mal
que ni siquiera castigas a los transgresores
para no añadir violencia a nuestras violencias.
Tú no tienes el poder de matar
porque ese no es un poder divino.
Tu poder es amar sin medida
crear, sanar, perdonar
y hasta triunfar de la muerte.
Tu justicia no es tasar y medir
sino hacernos justos
y reconciliarnos por fin en esa justicia de vida.
Dios nuestro, estamos contentos
de que tú seas nuestro Padre,
y puesto que nos hiciste a tu medida
danos un corazón generoso como el tuyo.
Foto: Cláudio Carvalhaes