Las comunidades religiosas promueven “espacios seguros” para debatir las cuestiones de salud

“Las iglesias no deberían rehuir los debates acerca de las cuestiones de salud. Cuanto más nos neguemos a abordarlas, más favoreceremos una cultura del silencio”, dijo la Dra. Elizabeth Vadakekara de la India, en representación de las Hermanas de la Misión Médica de Londres.

Las palabras de Vadakekara fueron pronunciadas en una consulta del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) sobre el tema “Espacios seguros: transformar las comunidades religiosas”, que tuvo lugar del 16 al 18 de enero en el Centro Ecuménico en Ginebra.

“Debemos entablar un diálogo franco e inclusivo sobre las cuestiones relacionadas con la salud física y mental de forma que podamos crear espacios seguros, donde las comunidades puedan expresar sus preocupaciones en un clima de confianza y respeto mutuos”, añadió.

La consulta reunió a veinticinco participantes que representaban a iglesias y organismos religiosos de todo el mundo con experiencia en varios ámbitos, tales como la prestación de asistencia sanitaria, las cuestiones de género, los derechos humanos, la lucha contra la violencia por motivos de género y el VIH/SIDA.

Iniciada por el programa de Salud y sanación del CMI, en colaboración con los programas de Las mujeres en la iglesia y la sociedad y Los jóvenes en el movimiento ecuménico, la consulta tenía como propósito hacer frente a los tabús relacionados con la enfermedad, auspiciar espacios confidenciales en los que se puedan examinar -sin juzgar- asuntos delicados, y dar los medios a las iglesias para que puedan crear espacios seguros en sus comunidades.

Los participantes debatieron una gran variedad de temas, que fueron desde la salud mental, el cáncer, la muerte, el estigma relacionado con las enfermedades, hasta la violencia por motivos de género, el abuso y la sexualidad. Asimismo, se presentaron varios estudios de caso y se analizaron las complejidades y dificultades a las que se enfrentan las comunidades al abordar las cuestiones de salud.

La consulta hizo hincapié en la necesidad de crear espacios seguros en las familias, las congregaciones y las comunidades, un proceso en el que también deben participar el gobierno y el liderazgo, cuyo papel es decisivo para construir comunidades sanas mediante la elaboración y aplicación de políticas positivas.

Transformar las comunidades religiosas

Los participantes propusieron un marco analítico para la autoevaluación de los espacios seguros en las comunidades y las iglesias, y sugirieron directrices para ayudar a las comunidades religiosas a ser acogedoras, inclusivas y mutuamente responsables.

Asimismo, los participantes plantearon diversos puntos de vista teológicos y éticos en cuanto se refiere a la creación de espacios seguros y señalaron el potencial que ofrecen para la educación y la formación determinados contextos eclesiales, tales como los grupos de jóvenes, mujeres y hombres, las escuelas dominicales, los seminarios y los espacios interdenominacionales e interreligiosos.

“Abordar las cuestiones relacionadas con la salud puede crear importantes divisiones en las comunidades religiosas”, explicó el Dr. Manoj Kurian, responsable del programa de Salud y sanación del CMI.

Por consiguiente, dijo, “para tratar estos temas es fundamental adoptar un enfoque inclusivo y abierto, que pueda ayudar a preparar el terreno para una transformación positiva de las comunidades religiosas”.

Durante la reunión, se logró abordar temas difíciles, como el abuso sexual en las familias, la violación y la sexualidad humana.

Nicqi Ashwood, una participante de Jamaica, dijo que la consulta había sido un éxito. “Este tipo de diálogos atribuye una mayor responsabilidad a las iglesias para que sean espacios de confianza y transparencia que promuevan la seguridad física, psicológica y espiritual”, afirmó.

“Las iglesias deben ser un espacio donde se puede ayudar con compasión a quienes se ven privados de derechos, y donde resulta posible llevar a cabo un proceso de transformación positiva”, añadió Ashwood, que trabaja para el Consejo de Misión del Caribe y América del Norte (CANOCOM, por sus siglas en inglés).

Asimismo, la consulta elaboró directrices concretas para iniciar un proceso estratégico que promueva espacios seguros en las comunidades religiosas.

La existencia de espacios seguros en las comunidades religiosas es esencial para la sanación y constituye un camino en nuestro viaje hacia un mundo de justicia y de paz. Por lo tanto, esta iniciativa también contribuirá a los preparativos de la 10ª Asamblea en Busan, Corea en 2013, que abordará el tema “Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz”.

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