Jesucristo nos invita a la cena en comunidad
tal y como somos:
las afligidas y los agobiados,
las felices y los dichosos,
las ancianas y los jóvenes,
las de la casa y los visitantes.
Todos y todas son bienvenidos,
madie debe quedar fuera y nadie debe excluirse.
El pan que da vida es para todas las personas.
El vino es el signo de la fiesta a la cual se nos ha invitado
y en la cual ya estamos.
(tomado del libro Laudate Dominum, compilado por Francisco Marrero)