El Reino de Dios es como una gran manta de muchos colores, tejida a
mano por las mujeres cuando nos unimos en defensa de la vida desde
todas sus posibilidades.
El Reino de Dios es como la lana que usamos para hacer la manta, cuando a pesar del trabajo de la casa y de los chicos, entretejemos nuestras vidas trabajando con las demás.
El Reino de Dios es como los distintos colores de lana que tiene la manta, cuando nosotras, de distintos colores, mujeres latinoamericanas y caribeñas, cortamos los nudos de la opresión y nos ponemos en marcha, juntas.
El Reino de Dios es como las agujas que punto a punto hacen crecer lo que tejemos, cuando vamos tejiendo nuestra vida con las demás aumentando nuestra fe y compromiso. Bienaventuradas aquellas mujeres que viven su vida de todos los días junto a otras y así pueden estar seguras que compartiendo dolores y alegrías, orando unas por otras y leyendo juntas la palabra, crecen en su fe y al mismo tiempo van construyendo el Reino.
Cristina Dinoto.