Ayúdanos, Señor, a hacer memoria
de tu copa y tu pan,
de tus manos abiertas que reparten
a todos por igual.
Ayúdanos, Señor, a no olvidarnos
de beber tu verdad.
Y seguir siempre juntos tu camino
sin mirar hacia atrás.
Ayúdanos, Señor, a alimentarnos
de tu justicia y tu paz,
para que las migajas se conviertan
en abundante pan.
Ayúdanos, Señor, a hacer memoria
más allá del ritual
y sentir que tú estás entre nosotros
llamándonos a dar.
¡Aleluya! por tu mesa,
por tu copa, por tu pan,
por tu invitación eterna…
¡Aleluya!… ¡Aleluyá!
Pedro Benitez